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El colesterol demasiado alto es actualmente una de las amenazas más graves para nuestra salud. Precisamente por ello se desarrollan diversas enfermedades cardiovasculares, entre ellas las que son una causa importante de muerte o de un deterioro muy importante de la calidad de vida. ¿De dónde viene este problema y cómo se puede remediar?
¿Por qué el colesterol alto es peligroso para la salud?
Cuando hay mucho colesterol, éste empieza a acumularse en las venas formando coágulos, también llamados placas ateroscleróticas. Incluso cuando estas placas son pequeñas, ya empiezan a bloquear el flujo sanguíneo. Con el tiempo, a medida que más moléculas de colesterol se adhieren a las paredes de los vasos sanguíneos, la luz arterial se estrecha gravemente y se produce la insuficiencia cardiovascular. Leer sobre cápsulas Corsanum ayudar a mantener niveles normales de colesterol y presión arterial.
A través del colesterol alto, se desarrolla una enfermedad muy peligrosa: la aterosclerosis. Si no se trata, causará una serie de complicaciones graves que pueden incluso poner en peligro la vida. La obstrucción de las venas, causada por los depósitos de grasa, provoca, entre otras cosas, un accidente cerebrovascular o un infarto de miocardio; otra complicación de la aterosclerosis puede ser la insuficiencia renal o los problemas hepáticos. La aterosclerosis suele ir acompañada de otra enfermedad de la civilización: la diabetes.
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¿Cuáles deberían ser los resultados del colesterol?
Sin embargo, no es cierto que el colesterol deba ser eliminado completamente del cuerpo. Esto sólo generaría nuevos problemas, porque sin colesterol no se podrán fabricar membranas celulares, el cuerpo no podrá sintetizar la vitamina D del sol y también habrá alteraciones en los sistemas endocrino e inmunológico. El objetivo es llevar el colesterol al nivel correctoque puede comprobarse examinando el perfil lipídico del organismo.
El lipidograma determina no sólo la concentración total de colesterol en sangre, sino también la concentración de fracciones específicas, a saber, LDL y HDL, así como el nivel de triglicéridos. La Sociedad Polaca de Cardiología reconoce que, en individuos sanos, el colesterol LDL no supera los 115 mg/dl, y en cuanto a la fracción HDL, es normal un nivel superior a 46 mg/dl en las mujeres y a 40 mg/dl en los hombres. El colesterol total no debe ser superior a 200 mg/dl, la norma para los triglicéridos es de 150 mg/dl.
El colesterol elevado, que ya requiere tratamiento pero que aún no supone un riesgo muy grave para la salud, se sitúa en el rango de 200-2500 mg/dl. Por encima de este valor, ya se dice que hay un alto riesgo de complicaciones y muerte prematura si no se toman medidas correctivas.
Colesterol malo y bueno: ¿cuál es la diferencia?
A la hora de definir el colesterol, suele haber una división entre el colesterol bueno y el malo. Esto se refiere a las fracciones HDL y LDL mencionadas. Las HDL son la fracción buena, que desempeña importantes funciones en el cuerpo humano y, una vez que llegan al hígado, se convierten en ácidos biliares con una función antiaterosclerótica. La fracción LDL es el colesterol malo. Se encarga de transportar las partículas de HDL y pasa muy fácilmente al torrente sanguíneo cuando hay una cantidad excesiva. Una vez que llega a la vena, se adhiere a las paredes del vaso, dando lugar a las placas ateroscleróticas.
¿Cuáles son los síntomas del colesterol alto?
Desgraciadamente, el colesterol alto no se da a conocer inmediatamente, por lo que el desarrollo de la aterosclerosis puede pasar desapercibido y sólo se descubre cuando ya es realmente grave. A menudo no es tanto el colesterol en sí mismo lo que provoca los síntomas, sino las afecciones causadas por un exceso de colesterol, como la enfermedad de las arterias coronarias: el paciente experimenta entonces un fuerte dolor en el pecho, asfixia, ahogo, este dolor también puede irradiarse al cuello y al hombro, además de entumecimiento en las manos, náuseas, palpitaciones, mareos y ansiedad.
Con el colesterol muy alto, pueden formarse nódulos en las articulaciones y un engrosamiento amarillento en las comisuras de los ojos. Las alteraciones de la circulación afectan en mayor medida a las piernas, que suelen tener un riego sanguíneo inadecuado y, por tanto, se fatigan muy rápidamente, incluso cuando no se realiza un gran esfuerzo. Un síntoma bastante común con el colesterol alto es también la falta de concentración, la lasitud general, la somnolencia, la dificultad para recordar. Por lo tanto, los análisis regulares de colesterol y triglicéridos son extremadamente importantes, ya que es la mejor manera de detectar el riesgo de aterosclerosis en una fase temprana.
¿Quién corre el riesgo de tener el colesterol alto?
El colesterol alto suele ser el resultado de unos malos hábitos alimenticios: se trata de altas cantidades de grasas trans, grasas animales y grasas saturadas. Además, los factores que aumentan la probabilidad de aumentar el colesterol LDL son:
- obesidad (IMC superior a 30)
- Circunferencia de cintura ancha, más de 80 cm en las mujeres, más de 90 cm en los hombres
- fumar
- abuso de alcohol
- baja actividad física
- diabetes
- antigüedad
También se recomienda realizar un perfil lipídico regular en el caso de enfermedades como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo, la cardiopatía isquémica, la enfermedad cerebrovascular y los trastornos circulatorios periféricos, ya que éstos se asocian muy a menudo a un colesterol elevado o facilitan su acumulación en los vasos sanguíneos.
Hacerse un lipidograma no es complicado: es un simple análisis de sangre y normalmente se espera un día para obtener los resultados. La última comida debe realizarse como máximo 12 horas antes de la prueba. Durante este tiempo, puede beber pequeñas cantidades de agua, pero no otras bebidas, especialmente café o alcohol. Es importante que no cambie sus hábitos alimenticios unos días antes de la prueba para que los resultados reflejen su estado lipídico real.
¿Cómo se puede reducir el colesterol alto?
Si los resultados no son buenos, la recomendación del médico es, por supuesto, bajar el colesterol a la normalidad. Una dieta más sana con cantidades limitadas de grasas nocivas, más ejercicio, dejar de fumar y al menos una reducción significativa de la ingesta de alcohol, perder peso ayuda, garantizar un descanso regular y un sueño de calidadevitar el estrés. Los exámenes de seguimiento se realizan al cabo de unas semanas y, si no se ha producido ninguna mejora, lo más probable es que sea necesario un tratamiento farmacológico.
¿Qué comer con el colesterol alto?
El objetivo principal es eliminar las grasas poco saludables y los alimentos altamente procesados. En cambio, la dieta debe contener mucha fibraque mejora el metabolismo y limpia eficazmente el cuerpo de toxinas persistentes. La ventaja de la fibra es también que facilita la pérdida de pesoya que llena el estómago rápidamente y evita los picos de azúcar que provocan la tentación de recurrir a aperitivos que engordan. Sin embargo, la fibra requiere una hidratación constante: sin agua, la fibra no se hinchará y pasará sin problemas por los intestinos, sino que empezará a endurecerse y espesarse, provocando dolor abdominal, estreñimiento e hinchazón.
La fibra se encuentra en las verduras, los cereales integrales y las legumbres. Las verduras deben constituir la base de una dieta para reducir el colesterol, pero deben consumirse principalmente crudas o ligeramente cocidas u horneadas, las sopas ligeras y las ensaladas también son una buena idea. Deben evitarse los alimentos fritos y grasos. No es necesario que renuncies a la carne, pero debe ser magra, no frita, y servida con una ensalada en lugar de salsa o patatas fritas grasientas. Deben omitirse los embutidos, las salchichas y los despojos, así como los productos lácteos con alto contenido en grasa, es decir, principalmente los quesos duros, la nata, los yogures grasos y los postres lácteos azucarados.
Durante mucho tiempo se consideró que los huevos eran el principal proveedor de colesterol, pero ahora se sabe que no son peligrosos para la salud si se consumen en cantidades razonables y se cocinan adecuadamente, por ejemplo, cocidos en lugar de fritos con mantequilla y cubiertos con tocino.
También conviene utilizar especias que estimulen la digestión y reduzcan el colesterol. En este sentido, son especialmente valiosos las semillas de chía, el comino, las semillas de lino, la canela, el jengibre, el ajo, la cebolla, el acebo y el psilio.
La grasa no se abandona por completo, ya que también es esencial para la salud. Sin embargo, la fuente de grasas es importante, y con el colesterol alto, se trata principalmente de consumir grasas vegetales como el aceite de oliva, el aceite de linaza, el aceite de girasol y el aceite de semilla de uva. Los aguacates, los frutos secos y las semillas de varios tipos, el pescado de mar son también fuentes valiosas de grasa. Las grasas son calóricas, así que consúmelas a diario, pero con moderación.
¿Cómo perder peso con el colesterol alto?
La reducción de peso es muy importante porque no sólo reduce el colesterol, sino también el azúcary el riesgo de desarrollar muchas otras enfermedades disminuye. La actividad física no se limita a quemar calorías, sino que tiene como objetivo fortalecer el corazónEl ejercicio aumenta la eficacia del sistema respiratorio, mejora la circulación sanguínea y, por tanto, la oxigenación de las células. El movimiento simplemente fortalece todo el cuerpo y mejora el estado de los vasos sanguíneos para que puedan recuperarse mejor del daño causado por el colesterol alto.
Los mejores ejercicios son los que implican a todo el cuerpo, como los ejercicios de cardio, la natación, la marcha nórdica y el ciclismo. Las personas que hasta ahora apenas se han movido pueden empezar con largos paseos. Sin embargo, si tiene sobrepeso y lleva un estilo de vida sedentario, debe tener cuidado de no excederse en los entrenamientos muy exigentes, ya que esto suele ser contraproducente: dañará sus articulaciones y músculos e incluso puede causar problemas con un corazón que no está acostumbrado a un esfuerzo tan intenso. Es aconsejable consultar previamente a su médico sobre el tipo de actividad adecuada a su peso, edad y salud.
¿Qué hay que tener en cuenta con los métodos caseros para bajar el colesterol?
La dieta y el ejercicio tienen como objetivo ayudar a reducir el colesterol y mantener la salud a largo plazo. Estos cambios deben ser duraderos y no sólo temporales, por lo que hay que evitar las soluciones demasiado extenuantes y simplemente desagradables, ya que es poco probable que se mantengan. Una nueva dieta es necesaria, pero no tiene que ser un cambio drástico de la noche a la mañana, y las comidas saludables deben ser sabrosas al mismo tiempo, para que no tengas que forzarte a comerlas. Lo mismo ocurre con la actividad física: es terriblemente difícil mantener una disciplina de entrenamiento cuando eliges un deporte que no te gusta. Además, la paciencia es esencial: el cambio no aparecerá inmediatamente, sino al cabo de unas semanas o incluso meses. También es aconsejable evitar el estrés: las técnicas especiales de relajación, la meditación y la práctica del yoga pueden ayudar a ello.
¿Cuál es el tratamiento para el colesterol alto?
Un estilo de vida saludable debería dar los resultados esperados. Sin embargo, ocurre que a pesar de la dieta, el ejercicio y el abandono de los estimulantes colesterol sigue siendo demasiado alta. En estos casos, el médico puede prescribir un apoyo farmacológico. El tratamiento se lleva a cabo bajo la supervisión del médico y no debe suspender la medicación antes de tiempo ni cambiar la dosis por su cuenta. La medicación para el colesterol suele tomarse para el resto de la vida.
En los casos más leves, se pueden utilizar suplementos dietéticos. Sin embargo, no pueden sustituir en absoluto a la medicación prescrita por un médico: los suplementos son sólo un apoyo y suelen recomendarse cuando el colesterol está elevado y aún no es necesario un tratamiento farmacológico. Los suplementos deben estar compuestos por ingredientes naturales y seguros, como el extracto de alcachofa, el ajo, los ácidos omega 3, el cromo, las vitaminas del grupo B, el ácido fólico, el cardo mariano, el jengibre y el fenogreco.